viernes, 23 de julio de 2010

Reflexión sobre "Avatar"

Lo que ha llegado a ser, eso es lo que llegará a ser; y lo que se ha hecho, eso es lo que se hará; y por eso no hay nada nuevo bajo el sol. ¿Existe cosa alguna de la cual se pueda decir: “Mira esto; es nuevo”? Ya ha tenido existencia por tiempo indefinido; lo que ha venido a la existencia es desde tiempo anterior a nosotros.”

– Eclesiastés 1: 9-10 –

He seleccionado esta frase bíblica para empezar mi análisis porque es de las cosas más ciertas que hay. “No hay nada nuevo bajo el sol”. Cada cosa que llamamos “invento”, realmente es la reorganización de otros inventos preexistentes los cuales colocados en un orden distinto constituyen algo nuevo. Y eso es precisamente lo que logra, desde mi perspectiva, la más reciente obra de James Cameron, Avatar. Para el público ordinario, durante toda la película se cree estar viendo una historia completamente nueva cuando realmente estamos viendo una compilación de muchas otras novelas, películas, e incluso sucesos históricos que Camerón logró incluir magistralmente en una sola historia de múltiples temas.

Aunque suene redundante, empecemos por el principio. La película se llama Avatar. Debo confesar que no tenía ni idea qué significaba esa palabra pero sí la había escuchado o leído antes así que hice lo que cualquier persona curiosa (o falta de oficio, dependiendo de quien esté leyendo esto) haría; me puse a buscar qué significa. Encontré que un Avatar es, según la cultura Hindú, la encarnación humana de un Dios. Es decir, la personificación de un ser superior. ¿Quiénes son los Avatar en esta película? Seres con apariencia de nativos cuya alma es realmente la de un humano. ¿Son los humanos seres superiores a los Na’vi? Por supuesto que no, pero ellos creen que sí. Por lo que de entrada, se nos está planteando que los Avatar fueron bautizados de esa forma por los humanos como muestra de su falsa creencia de superioridad.

La primera vez que me vi la película, la impresión que me dio fue que se nos estaba contando la historia de las conquistas humanas, desde la colonización europea en América hasta la guerra de Iraq, pasando por el conflicto en Medio Oriente, las Cruzadas, e incluso por Vietnam. Le había encontrado elementos de cada una de estas guerras a "Avatar" y la razón del conflicto en Pandora. Pero charlando con otro gran colega cinéfilo me comentaba que él consideraba que tal vez estaba tratando de buscar más cosas en la película de lo que realmente se pretendía (algo que hago frecuentemente) porque hasta el momento, en su carrera cinematográfica, James Cameron no había mostrado tanta profundidad en sus obras. No sobra recordar que Cameron es el responsable por clásicos como The Abyss (El Abismo), las 2 primeras películas de Terminator, la segunda película de Aliens (que ha sido la más exitosa y la única que tuvo 8 nominaciones a los Oscars), True Lies (Mentiras Verdaderas), y Titanic. Y esto lleva a replantear mi posición, y concluir que además de que se nos está contando la historia de las guerras humanas, se nos está contando también la historia de las películas sobre guerras humanas, lo cual no le resta crédito, ya que el homenaje a las películas pasadas es algo que contantemente hacen todos los grandes, desde Spielberg hasta Tarantino.

Recordemos la trama general de la película. Un grupo de humanos invaden otro planeta con una excusa un poco confusa, cuando en realidad se descubre que su verdadera intención era la de obtener una fuente de energía llamada Unobtainium, superior a cualquier otra forma de combustible. ¿Suena conocida? Si todavía no lo es, ponle “petróleo” al nombre de la fuente de energía. El Unobtanium así como el petróleo, es el Santo Grial de la humanidad, y por esa razón se emprenden cruzadas contemporáneas por una sencilla razón, nuestros deseos priman sobre los derechos de cualquiera. Supuestamente la película narra una batalla entre los humanos y unos extraterrestres, pero ¿no se han dado cuenta que todos los humanos son norteamericanos? ¿Será que James Cameron no tuvo presupuesto dentro de sus 300 millones de dólares para contratar un elenco de otras nacionalidades? ¿O de pronto nos está tratando de decir quién ha sido el mayor causante de guerras parecidas a la narrada en "Avatar" en los últimos años?

Pero "Avatar" es muchísimo más que eso. Recordemos una novela escrita por H.G. Wells hace más de 100 años llamada La Guerra de los Mundos. La inspiración para esa novela fue la serie de invasiones y conquistas que realizó el imperio británico en su formación. Wells trató de mostrar cómo sería si unos seres de otro planeta hicieran a los ingleses lo mismo que ellos le hacían a los conquistados. Es la inversión en las posiciones entre la víctima y quien le causa un daño, cuyo fin es darnos una de las enseñanzas más viejas que existen. El mismo Jesucristo nos dijo “no le hagas a los otros lo que no quisieras que te hicieran a ti”. Pero James Cameron fue más allá. No invirtió los papeles al igual que Wells y nos puso en el papel de la víctima para hacernos sentir mal por lo que hacemos, sino que nos mostró exactamente de qué es capaz la humanidad y nos puso en el papel de los causantes del conflicto, precisamente para hacernos sentir mal por lo que somos capaces de hacer. Y de esta forma vemos como se ha deshumanizado el ser humano al mismo tiempo que nos muestra unos seres extraños más humanos que nosotros. Y a la larga, los grandes antagonistas de la historia terminamos siendo nosotros mismos.

¿Y como es este ser humano? Un gran capitalista, cuya solución más práctica es la violencia (el hecho de que se le llame también fuerza bruta no es fortuito), que considera como enemigo cualquier cosa que no entiende (aquí a todos los Na’vi les dicen “Charlie”, lo cual es tomado de la forma en que los norteamericanos le decían a todos los Vietnamitas durante la guerra para indicar que todos eran iguales para ellos, lo cual puede notarse en películas como Platoon o incluso Forrest Gump), quien cree que tiene derecho a hacer algo por el simple hecho de desearlo aunque atente contra los derechos del prójimo, y cuyo interés económico es superior al bienestar ecológico. ¿Suena conocido? En la premisa general de la historia ya es visible como por medio de la ciencia ficción se nos quiere reflejar lo que somos como comunidad.

Pero en toda comunidad siempre está el pensamiento general, y quien no está de acuerdo, llamado en forma despectiva, un rebelde. En este caso corresponde al gran héroe de la película quien lleva por nombre Jake Sully. Y como en varias grandes historias, no empezó siendo un héroe. Empezó teniendo la misma mentalidad de los antagonistas, sin embargo la característica de un héroe no radica en actuar siempre de la manera adecuada sino estar dispuesto a cambiar al momento correcto al darse cuenta que probablemente existen mejores maneras de hacer las cosas. Pero este cambio en la forma de pensar no es automático, obviamente. ¿Como ocurre la transformación? Cuando aprende lo que es la cultura y la forma de vivir de los Na’vi. Obviamente este tema no es nuevo. Ya había sido tratado por la novela Shogun, de James Clavell, al explicar la cultura japonesa, y por películas como Danza Con Lobos, El Último Samurai, y Pocahontas. Sobre esta última cabe destacar que el nombre del protagonista de Avatar, Jake Sully, y el nombre del protagonista de Pocahontas, John Smith, tienen las mismas iniciales. Puede ser una gran coincidencia, o simplemente puede ser la forma en que Cameron le rinde homenaje al personaje que pudo darle la inspiración.

Pero lo importante de Avatar en este sentido, no era mostrarnos una cultura que no conocemos, así como sí lo fueron las obras anteriormente citadas. Es interesante ver cómo fue creado todo un idioma para los Na’vi, al igual que lo hizo J.R.R. Tolkien en los libros de El Señor de los Anillos, o más recientemente Luc Besson para la película El Quinto Elemento. Sin embargo, esto no es lo atractivo de los habitantes de Pandora. Lo que realmente importa es que son seres en total armonía con el ambiente que los rodea, algo diferente a lo que somos. Mientras los humanos cada vez nos volvemos más dependientes de la tecnología y vivimos prácticamente conectados a un computador, estos seres literalmente se conectan a los animales e incluso a las plantas que los rodean para vivir en una simbiosis mutualista constante con su entorno. ¿Cómo atacan los humanos? Con helicópteros controlados por ellos. Mientras que los Na’vi atacan con aves que vuelan conectadas a ellos. Si se recuerda la batalla final entre Sully y el Coronel Quaritch, es la batalla entre lo natural y lo artificial. Sully controlando a un Avatar, o un ser que es la encarnación de Dios, y Quaritch controlando a un Robot. Y al final, la naturaleza siempre es más fuerte.

¿Y cómo es la forma más fácil en que puede morir un humano en Pandora? Esto es algo a lo que se le hace muchísimo énfasis en la película; ¡asfixiado! Un humano sin la tecnología es tan inútil que muere sin que algo lo mate. He aquí otro punto tomado de La Guerra de los Mundos de H.G. Wells, en cuya novela los marcianos mueren de la misma forma. Al salir de sus naves mueren como víctimas de las bacterias, o seres invisibles de nuestro planeta, a lo que ellos no están acostumbrados. Esta es la forma en que Wells nos daba a entender que el hombre no puede sobrevivir en un entorno que no conoce ni comprende, lo cual se vio reflejado posteriormente en los resultados de las guerras como la de Vietnam y Corea.

Entrando en el tema de las guerras anteriormente mencionadas, vale la pena hacer una mención a una escena que es quizás el homenaje cinematográfico más grande que le rinde "Avatar" a otro clásico del cine. Se trata de la escena en que el ejército terrícola manda todo su arsenal, consistente principalmente en una serie de helicópteros que llevan por nombre Valkiria. Una de las escenas más famosas de la película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola consiste exactamente en lo mismo, mostrado de una forma en que los helicópteros simulan una manada de aves viajando en la misma dirección (esta escena también es homenajeada en La Caída del Halcón Negro, de Ridley Scott) mientras de fondo se escucha El Vuelo de las Valkirias, de Richard Wagner, justo antes de bombardear una aldea Vietnamita, culminando con un general interpretado por Robert Duvall diciendo “me encanta el olor del napalm en la mañana”. Las razones en Avatar para nombrar los helicópteros Valkiria, creería yo, que son 2. La primera sería recordar esa escena famosa de Apocalypse Now, como anunciando que se avecina un bombardeo. Y la segunda, es que Wagner era el compositor favorito de Hitler, y se cuenta que le gustaba mucho específicamente El Vuelo de las Valkirias (por eso el plan para matarlo se llamó Operación Valkiria, así como lo narra la película de Bryan Singer), lo cual refleja la intención de genocidio que se tenía en "Avatar".

Efectivamente la escena tiene un desenlace explosivo que culmina con la triste destrucción del árbol sagrado de Pandora. Ese árbol era el símbolo de la cultura Na’vi. Su caída es mostrada de una manera triste, lenta y llena de nubes de polvo que rodean su derrumbe inevitable. Y el post derrumbe es oscuro y lleno de heridos entre los escombros cubiertos por el polvo de lo que fue alguna vez la muestra de las riquezas y la grandeza de Pandora. ¿Suena conocido? No se si habrá sido impresión mía, pero la caída del árbol, y la forma en que fue mostrada en la película me recordó muchísimo la caída de las Torres Gemelas. Pero esta vez, la humanidad no es víctima de un ataque terrorista, sino los causantes de la tragedia, y es igual de duro estar del otro lado de la situación y ver que cualquier humano es capaz de causar sufrimiento en los demás, sean musulmanes, americanos, o europeos. Sí es cierto que fue una gran tragedia para los Estados Unidos el 11 de septiembre, pero se les olvida que también lo fue para los japoneses las bombas de Hiroshima y Nagasaki, y esas no fueron causadas por ningunos terroristas. Todo lo que se le culpa a nuestros enemigos, también somos capaces de hacerlo. Y esa es una triste moraleja que deja Avatar.

Pero como en la mayoría de las películas de aventura, el héroe debe resurgir cuando se cree que todo está perdido. Avatar no es una tragedia mitológica griega, sino un reflejo optimista de que sí hay esperanza de encontrar algún día la paz en nuestro planeta, pero sólo si nos damos cuenta que todos estamos conectados. "Ningún hombre es una isla en sí mismo", dijo alguna vez el poeta John Donne. Es por eso que Sully le pide ayuda a Ey’wa, el ser supremo de la cultura Na’vi. Su nombre pronunciado suena un poco como a Yahweh (Leí que el nombre Yahweh fue dado así para un ser supremo porque su pronunciación se asemeja a un suspiro indicando así que es el suspiro del Universo. No se si sea verdad pero tiene coherencia), el Dios de los hebreos, pero podría llamársele también Madre Naturaleza para los indígenas, o el Gran Arquitecto del Universo para los Masones. Lo importante no es el nombre que se le de sino la búsqueda de la armonía dentro del caos en el más allá, o por fuera del Universo físico. Es el llamado de auxilio con la esperanza de encontrar una conexión dentro del conjunto de ecosistemas que llamamos mundo. Es lo que George Lucas llamaría, La Fuerza.

Y efectivamente todo el universo conspira (como diría Cohelo) a favor de Jake Sully y los Na’vi. Cada organismo en Pandora trabaja junto para lograr el mismo fin, la supervivencia del planeta. Algo que tal vez no hemos aprendido todavía, pero hay que mantener la esperanza. Puede que algunos no les guste Avatar y aleguen que se trata de una copia de historias anteriores. Puede que tengan razón, ya que la diferencia artística entre tributo y copia no es muy clara. En lo personal considero que no es copia cuando se reconoce la fuente de donde surgió la idea, lo cual es evidente en Avatar, pero cada uno puede tener un criterio diferente.

¿Un carro es lo mismo que una llanta? ¿O un volante? ¿O un motor? ¿Es Avatar un "Pocahontas"? ¿Un "Danza con Lobos"? ¿Un "El Último Samurai"? ¿Una recopilación de las ideas de la saga "La Fundación" de Isaac Asimov? ¿Un "La Guerra de los Mundos"? ¿"Un Apocalypse Now" pero en el espacio? No, es algo más. No es ninguna de las anteriores y al mismo tiempo todas las anteriores, porque es una forma nueva de juntarlo todo para contarnos la moraleja que nos han venido tratando de enseñar todas esas obras y que aun no hemos aprendido.

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